Frank Gehry, años de formación
- joleyvirodriguez1
- 8 dic 2020
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Frank Gehry está considerado como uno de los arquitectos más importantes e influyentes del mundo. Es internacionalmente célebre por su arquitectura personal, que incorpora nuevas formas y materiales y es especialmente sensible con su entorno. El Museo Guggenheim Bilbao es una de sus obras más conocidas. Gehry ha sido galardonado con los más prestigiosos premios en el campo de la arquitectura, como el Pritzker, que le fue otorgado en 1989 o el Premio Imperial Japonés, que le fue concedido en 1992. Nació el 28 de febrero en Toronto, con el nombre de Frank Owen Goldberg.
Con sus 24.000 metros cuadrados de superficie, el Guggenheim de Bilbao es un estupendo ejemplo de arquitectura vanguardista. Una propuesta escultórica y espectacular perfectamente integrada en la trama de Bilbao que generó escepticismo entre los bilbaínos pero que luego fue aceptado con orgullo y ahora es un símbolo inequívoco de la ciudad. Aprovechando que el museo se encuentra junto a la ría, muchas de las valiosas obras de arte que se exhiben llegan por barco. Desde su inauguración, hace ya más de veinte años, el número de visitantes no ha dejado de crecer. La sede de la Orquesta Filarmónica de Los Angeles se inauguró en 2003 con el look metalizado que caracteriza la obra de Frank Gehry y con una obra del compositor americano John Adams que emocionó a todos los asistentes. Fan de la arquitectura de Le Corbusier y amante de las iglesias románicas francesas, Frank Gehry se ha convertido en uno de los grandes gracias a una arquitectura impactante, a menudo realizada con materiales inacabados. Incorporando diversas formas geométricas en todos sus edificios, crea una corriente visual que se convierte en una experiencia para el espectador. Gehry considera que la arquitectura es Arte y que, una vez acabado, un edificio debe ser considerado una obra de arte. Pese a ello, mantiene los pies en el suelo con diseños funcionales que se integran en el entorno. La arquitectura es por definición un arte estático, pero la tentación dinámica ha asaltado a más de un arquitecto. Gehry considera que la forma del pez es perfecta. Sus líneas curvas, sometidas a continuas torsiones, le fascinan y ha experimentado con ellas de antiguo. Ha hecho con ellas lámparas. Y, desde los años 80, hizo esculturas con sus hechuras, una de ellas de grandes dimensiones en Kobe (Japón). En 1992, coincidiendo con los Juegos Olímpicos, construyó una gran escultura, revestida de escamas cobrizas en Barcelona, entre el mar y la Villa Olímpica.




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